9/6/19

Por eso soy un árbol

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Por eso soy un árbol.
Porque mis raíces cristalizaron a tus pies y ahora cualquiera sabe dónde encontrarme.
Porque en el silencio del bosque, rodeado de mis semejantes, no soy más ni menos que nadie.

Mis mejores amigos dijeron de mí que mi tristeza era tan grande, que le dolía aún más a ellos. Que tanta pena no valía su tiempo, y el silencio, muy oportunos, lo enarbolaron.
Por eso soy un árbol.
Porque buscan mi sombra en primavera, y se refugiarán en mi follaje; pero en mis otoños seré intemperie, y se burlarán de mis gajos desnudos.

Mis mejores amigos te dijeron a mi espalda que mis ramas eran espinas y mis hojas cubiertas de tósigo.
Por eso soy un árbol.
Porque niños con navajas tallaron en mi piel los nombres de sus otros amores.

Tengo anillos de vejez en mis dedos.
No cambia el rostro mi corteza serena, ni siquiera bajo la lluvia ácida.
Mis mejores frutos yacen confinados bajo las losas de la cocina.
Por eso soy un árbol.
Porque abriste mi tronco con la esperanza de que estuviese lleno de amapolas, y al no ver el hueco, hiciste lo que cualquiera hace con el árbol caído.