10/6/15

Aerolitos


Caen mis manos copo a copo
sobre tu piel blanca
casi virginal
meciéndose como brisa transparente.

Los cúmulos de tus pechos
se arrebolan y levantan
imponentes.
Se oscurecen:
aviso de tormenta.

Me miran lascivos
los ojos de tus huracanes.
Monzón en tu entrepierna:
me cuido de no perderme
ni una gota.

Remolinos levantan los papeles
de la habitación,
se encabritan las páginas de los libros
entre pulsaciones, ráfagas.

Naturaleza hermosa y fiera
temible y tentadora.

Tiemblan las patas de la cama,
se desata.
Todos al suelo.
Arrasan ciclogénesis que desgastan
nuestras pieles
con violencia.

Baten las ventanas,
se desprenden tejas del techo.
Bramamos con la fuerza
que parte el cielo en dos.

Relámpagos, luces, caos y temblores.
Se rasga la realidad.



Mañana brotaremos de nuevo.




Imagen que Javitxuela hizo para este mismo poema; publicado en el nº6 de la Revista Argonautas.


Nota: No estoy muerto. Tampoco de parranda.

4 comentarios:

  1. Metáforas que se disuelven en el placer. Un climax subliminado.

    En tu poema, amar es un arte, sin duda.

    Besos de admiración.

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  2. Maravillosamente descrito.
    Un abrazo
    ��

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  3. Bravo y más que bravo. Qué pasión y qué elegancia. Un poema para releer y releer.

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  4. Me uno a los anteriores, no hay nada más que decir. Bravo.

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