15/5/13

Mi infame enfermedad


De un tiempo a esta parte, no me encuentro bien del todo. Estoy enfermo, lo sé. Sobre todo mentalmente, aunque mi cuadro de dolencias presenta también un gran componente fisiológico, como la sudoración, o las malditas taquicardias.

En un primer momento pensé que Carlos o Ricard, en una de sus bromas con consecuencias más nefastas que hilarantes, me habían echado alguna ignota sustancia en la copa durante algún momento de la fiesta del sábado noche. Pero ambos juran una y otra vez que no lo hicieron, y además el efecto está durando demasiado. Semana y pico ya... espera ¿qué día es hoy? Ni siquiera soy capaz de llevar correctamente el paso del tiempo.

Tampoco la concentración, que pierdo constantemente. Con la distracción que provoca un simple parpadeo, mi mente se dispersa y vaga por mundos ilusorios en un zigzagueo cimbreante.

Y yo, que siempre me había burlado de la palabrería inane y la retórica sin sentido, llevo escritas tres poesías esta semana. No sé muy bien cómo; me ponía a preparar la lista de la compra y antes de darme cuenta, estaba hablando de cabellos dorados y lunas llenas.

Ayer mi hermana me dijo que una morenaza amiga suya quería conocerme. Pero por algún motivo yo no tenía muchas ganas de hacerlo. Me faltaba motivación. Creo que he perdido la líbido. La idea de acostarme con ella no me motivaba en absoluto, no se me habría levantado ni comiéndome un pastel de Viagra. Todo esto es un desbarajuste de mi forma de pensar, una estolidez infinita.

Es aún peor durante las noches; en cuanto me quedo en silencio y cierro los ojos, naufrago en duermevelas de sueños cíclicos que revelan y multiplican todos los síntomas de mi abyecto padecimiento. Cada noche termino pasando mis horas dando vueltas entre las sábanas sin encontrar descanso, en una comezón indescifrable.

Sin embargo, lo más extraño es lo que ocurre con Eline. No puedo dejar de pensar en ella, supongo que mi subconsciente trata de enviarme algún tipo de mensaje, pero por el momento me veo incapaz de descifrarlo. La zorra espuria de Eline... Hace dos semanas la llamaba así siempre, pero ahora no soy capaz de hacerlo sin sentir punzadas de culpabilidad. Tal vez haya perdido mi personalidad entera. De repente escucho trinos de pájaros, o siento lepidópteros gastrointestinales, más aún cuando ella está cerca. Creo que me gustaría compensarla de alguna manera, no sé, comprándole bombones por ejemplo... o besando el suelo por donde pisa. Sólo son ideas...

No sé qué me pasa. No sé que es todo esto. Pero de ningún modo puede ser bueno.

La imagen, de aquí.

Relato leído el domingo durante la primera quedada literaria-bloguera en el Templo de Debod. Esperemos que haya muchas más.

Es probable que durante las próximas semanas, hasta que termine junio más o menos, baje el nivel de publicación y la longitud de los textos. Pero intentaré no abandonar esto por completo. 

13 comentarios:

  1. Magnífico texto, como siempre!
    Si una morenaza quiere acostarse contigo y tú no sientes ni siquiera curiosidad, mal te veo. Si le sumas la pérdida de concentración, los poemas que salen solos y la necesidad de ir besando suelos tras unos tacones... ¡si, estás enfermo! Siento decírtelo, pero es diagnóstico es grave. Jodidamente grave. Vete curando. O no, déjate morir. Ya si eso nos vas contando.
    Un abrazo

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  2. Es un gran texto. Sitúa al lector en uno de esos momentos de la vida en que, por lo que sea, uno se vuelve algo hipocondríaco. Esa angustia, esa falta de ganas por vivir intensamente e incluso por vivir normalmente... Suele pasar cuando alguien encadena dos o tres decepciones seguidas en aspectos que tienen importancia la ese alguien. Dichas decepciones, nos las llevamos con los demás o con nosotros mismos. El caso, es que hacen mella.

    Buen trabajo, de verdad.

    Un abrazo.

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  3. Me gusta el texto, ¿sabías que tu don para escribir es todo un placer para los que te leemos?...

    Un abrazo

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  4. No voy a hablar del texto, sino de lo que en él dices. Puede simplemente ser astenia primaveral, pero si se prolonga más de unas semanas, yo iría al médico.
    Me has recordado casi palabra por palabra a alguno de mis episodios. TÚ LUCHA, y no lo digo por decir, tengo un Trastorno Bipolar hace 17 años y sigo dando guerra.

    UN ABRAZO!!

    http://misrelatosyesteblog.blogspot.com.es/

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  5. Me encantó escucharlo.. y me ha gustado recordarlo este día de fiesta... También espero que haya más quedadas.

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  6. Casi me atrevería a decirte que son cosas de la edad, pero tu último párrafo me inclina a pensar que es un acto de contricción, arrepentimiento de camino a la espíritualidad mística.

    No tardes en contarnos tu evolución, nos pica la curiosidad y nos encanta leerte.

    Besos.

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  7. Me hubiera gustado estar para escucharlo.

    Has puesto el dedo en la llaga de muchas cosas, un hombre también tiene sus formas de sentirse hipocondriaco.

    Me ha gustado el texto.

    Un abrazo
    Jesús

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  8. Me ha encantado el texto, me ha gustado la forma de narrarlo y me ha intrigado mucho. ¿De qué debes compensar a Eline? ¿Qué le has hecho para querer besar luego el suelo por dónde pisa? Magnífico.

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  9. La medicación Ehse, no olvides la medicación xD, mira que te lo tengo dicho. Y tras esta coña desconcertante pasamos a comentar lo escrito.

    Moló escucharlo el domingo y mola releerlo ahora. Sobre todo en este caos mental infinito en que yo también pienso que me han echado algo en la copa... Quizás lo hayan hecho. ¿Quién sabe? Yo no.

    Abrazos.







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  10. Matame camion! Tu vida pinta en color rosa furcia supongo que el Amor Hostilistico te ha tocado , enhorabuena! ¿Compensarla?uuuum creo que con dejaras de llamarla Eline y la llamaras princesa comprometida bastaria

    Cuirate

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  11. A veces las resacas son las que nos recuerdan de algún modo esa enfermedad que todos sufrimos a diario.
    Me ha gustado releerlo. Nuevos matices. :)
    un saludo! cuidate!!

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  12. Llego tarde, llego tarde...

    Y me quito el sombrero ante usted, como lo hice el domingo pasado.

    Cuídate.

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  13. Pobrecillo! te has enamorado de tu odiada Eline!. Vaya faena!.
    El texto impecable. hay que releerlo para disfrutar de la literatura.

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